Luis Molina
Luis Molina Sánchez. Blanca (Murcia), 1933
Estudios de Magisterio en Murcia
Destacó desde la escuela: en una pizarra pequeña y provisto de un pizarrín hacía dibujos a sus compañeros, que los demandaban con entusiasmo. Pronto creó su primer cuadernillo, una serie de tres números con el título "La Selva Negra", que luego pasó a sus compañeros adolescentes. Durante su época de estudiante de Magisterio, Luis Molina se dedicó a su gran pasión, pintar y dibujar, teniendo como referente la máxima del profesor Jarre, catedrático de la Escuela de San Alfonso de Barcelona "poco hay del dibujo pintado a pintura dibujada". Investigó en diferentes disciplinas y consultó cuanto referente interesante cayó en su poder, entusiasmándose por los tebeos y los grandes autores americanos y españoles del momento.
Tanteó editoriales, desde Barcelona hasta Andalucía, pasando por Valencia. Con la murciana Gráficas Belkrom, hizo ilustraciones para etiquetas y estuvo a punto de colaborar en una colección de cuadernillos de los que ya había realizado algunos guiones, pero el prematuro cierre editorial le dejó con la miel en los labios. Contactó con Maga, dónde le atendió personalmente Manuel Gago, que se quedó con un primer cuadernillo de la serie "Puño de Bronce" y le pidió otras muestras, pero no llegaron más allá.
Es, en 1962, cuando la Editorial Andaluza se interesa por el estilo tan acabado y ágil del autor y le invita a trabajar con ellos, publicando inicialmente esta serie, de la que es autor completo y que narraba las peripecias de un valeroso egipcio enfrentado a los reyes pastores de las montañas de Siria, que pretendían imponer su dominio en los territorios del protagonista y, además, esclavizar a su amada.Vistos los buenos resultados, le cederían también la colección "Torg, Hijo de León", que dibujaba Arturo Roldán. Molina, para hacerlo más suyo y no ser un mero continuador del trabajo de otro, lo rebautizó como "Príncipe Torg de León".
Pero, verse sometido a la creación íntegra de un guión semanal, dibujo y portada, supuso una bajada en la calidad gráfica, problema que se incrementaba cuando debía realizar, a final de año, los almanaques de las colecciones bajo su dominio. Este problema y una mala relación con el editor hacen que, en 1964, decida poner fin a este trabajo y a todo contacto futuro con el cómic.
En 1966, viaja a París, donde intenta realizarse como pintor de manera autodidacta y, en los tres o cuatro meses que duró su residencia, realiza algunas exposiciones. Regresa a Murcia un año después, dedicándose exclusivamente a la pintura. Poco ha hecho desde entonces, alguna ilustración para el diario La Verdad en 1990 o para revistas locales como "Alboraña", así como ilustraciones para etiquetas y catálogos de diversas empresas murcianas.
En 2006, con motivo de la reedición de la serie "Puño de Bronce" a cargo de "El Boletín de Barcelona" y motivado por un homenaje que el Ayuntamiento de Blanca le realizó, acaba dicha colección, dibujando dos cuadernillos más con el estilo fuerte y vigoroso del principio.
Aunque está apartado del mundo del cómic, atesora mucha información sobre el medio y sus autores como el gran aficionado que fue y, aun hoy, sigue siendo.
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